¿Sientes que mejorar tu inglés es una obligación? Es momento de cambiar ese enfoque. Desde pequeños, en el instituto, nos hemos enfrentado a tareas gramaticales aburridas, a clases tradicionales con listas de verbos y tiempos verbales que sonaban a chino, tan lejos de la realidad que solo con pensar en la palabra inglés se nos ha hecho un agobio. Cada evaluación y cada ejercicio nos ha hecho detestar algo que simplemente te brinda nuevas experiencias, y lo sabes… En realidad, mejorar tu habla en inglés es tu gran oportunidad de crecer, comunicarte y convertirte en el profesional que anhelas ser. Para lograrlo, el secreto está en integrar hábitos de inglés en tu vida cotidiana, sin forzar, sin frustrarte… ¡y divirtiéndote! En ARS te proponemos algo tan sencillo como revolucionario. ¡El poder de la constancia creando hábitos!
Integrar el inglés en tus tareas y rutinas diarias, como fregar los platos o conducir, te ayudará a ganar confianza sin darte cuenta. A eso sumale seguir canales oficiales en redes sociales en inglés y disfrutar contenido ligero o inspirador. ¡Sí, aprender también puede ser entretenido! Incorpora estos simples gestos diarios que funcionan como anclajes para tu mente.
1. Crear una rutina para pensar en inglés
La importancia de crear «hábitos mentales» es crucial para que tu cerebro se acostumbre al idioma. Un ejercicio eficaz es mirar cualquier objeto en tu entorno y hacer tres oraciones simples en inglés sobre él. Por ejemplo, al ver una taza, puede formular tres oraciones relacionadas con ella:
This is my favorite mug.
It’s blue and white.
I drink coffee from it every morning.
Hazlo mientras limpias, cocinas o das un paseo. Este tipo de microentrenamientos ayudan a activar el inglés de forma natural.
2. Mirar un reel divertido y reírte en inglés
El humor es una de las puertas más directas hacia el aprendizaje real. Relajarte viendo videos o contenido de tus artistas favoritos en inglés te permite mejorar la comprensión auditiva, reírte de las bromas americanas, lo cual te conecta emocionalmente con la cultura. En fin, sin que te des cuenta, aprenderás expresiones idiomáticas y estereotipos graciosos que serás capaz de recordar.
Consejo: ten una libreta donde apuntar las nuevas palabras que escuches, o anota frases que te gustaría saber cómo decir.
3. Agradecer en inglés al final del día
Una técnica simple pero poderosa: antes de dormir, escribe o di en voz alta una frase de gratitud en inglés, como:
I’m glad for today’s sunny weather.
I’m thankful for my progress in English.
Este ejercicio no solo refuerza vocabulario emocional, sino que crea una conexión afectiva con el idioma. Practicar gratitud en inglés es relajante y refuerza la autoestima.
El inglés no se memoriza. Se vive.
Pequeños gestos diarios como estos generan un cambio profundo. No necesitas horas de estudio, sino constancia, repetición divertida y conexión personal con el idioma.
Regálate la oportunidad de disfrutar del proceso sin presiones y dando pasos reales para convertirte en una versión más segura, preparada y profesional. ¿Te animas a probar estas técnicas? ¡Reserva ahora una sesión gratuita y reserva tu plaza ¡No te quedes atrás! En ARS podrás encontrar un plan de estudios personalizado que ofrece todas las ventajas de un curso en línea.